La idea original de una guitarra eléctrica de cuerpo macizo no podría ser más simple desde el punto de vista constructivo: dos trozos de madera unidos con tornillos. A partir de esta base podemos crear hasta donde nos lleve la imaginación: desde la elección de las maderas, pasando por las pastillas y el resto de componentes, hasta la propia construcción del instrumento. Todo influye en el sonido final de cada guitarra.
Se dice que una buena guitarra eléctrica vibra, suena y resuena bien sin amplificador. Esto se consigue utilizando buenos materiales y una unión sólida entre cuerpo y mástil.
Mi inspiración viene de modelos tradicionales y modernos, otras formas artísticas y la naturaleza. Intento darles a mis instrumentos una personalidad propia y una forma fluida, proporcionada y estética.
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